sábado, 18 de julio de 2015

ESCUCHAR: EL PUNTO DE PARTIDA


ESCUCHAR: EL PUNTO DE PARTIDA

Autor: Cecilia Beuchatr. *

De todas las funciones lingüísticas básicas, es el escuchar la primera en desarrollarse. Este desarrollo se inicia en el interior del mundo familiar y cuando encuentra en él condiciones favorables.  Sin embargo, el interés de los niños por escuchar decae bastante y “la mayoría que entra al colegio con un mejor desarrollo del escuchar que del hablar, abandona sus estudios escolares con un mejor desempeño en el hablar que en el escuchar”.
Se ha comprobado una y otra vez que la capacidad de escuchar no se desarrolla adecuadamente, produciéndose problemas e interferencias en la interrelación entre educadores y alumnos. Estos problemas se agravan cuando el profesor no sabe cómo actuar y muchos no han tornado suficiente conciencia del tiempo que los niños deben escuchar en sus clases, y también es cierto que resulta complicado prestar atención a lo que un grupo de niños requiere continuamente.
Por otra parte, los libros guías o manuales, ofrecen muchas más estrategias para leer y escribir que para hablar, y mucho menos para escuchar.

Es así que se planteó la necesidad de implementar un programa paralelo de carácter intensivo de desarrollo de conductas relacionadas con el escuchar.
Partamos de un principio elemental: hay diferencia entre oír y escuchar. El oír se refiere a la recepción física de las ondas sonoras a través del oído. Escuchar, en cambio, incluye además del oír, la capacidad de recibir y responder al estímulo físico y utilizar la información captada a través del canal auditivo. El escuchar puede definirse como el proceso por el cual el lenguaje hablado es convertido en significado en la mente.
A continuación se presentan diferentes tipos de escuchar:

v  Escuchar atencional: El auditor focaliza su atención en un estímulo para obtener  información y participar en forma activa.

v  Escuchar analítico: Cuando se debe analizar lo escuchado para responder o resolver algo. Va desde actividades muy elementales como son el discriminar sonidos y clasificarlos, hasta tareas más complejas como el responder guías de audición que permitan verificar la comprensión del material escuchado.

v  Escuchar apreciativo: Se realizar por el goce, por  el simple hecho de disfrutar y deleitarse con lo que se escucha.

v  Escuchar marginal: Permite captar otros estímulos auditivos cuando el foco de la atención está centrado en un elemento específico.
El educador juega un papel de gran importancia en el desarrollo de la capacidad de escucha. Por lo expuesto, se debe tener en cuenta que es muy enriquecedor para los niños tener la posibilidad de actuar en un  ambiente  en  el  cual  puedan  expresar  sus  ideas  y  sentimientos,  sus inquietudes  y opiniones; un marco de libertad y respeto en el que se les escuche y donde ellos tengan la capacidad de escuchar.

 
 

 

                                    

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